Acné de la mujer adulta

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Dra. Noelia Martínez

El acné de la mujer adulta se define como aquél acné presente en mujeres de alrededor de los 25 años de edad.

En este tipo de acné existen dos subtipos, ya que puede ser la continuación de un acné que se inició en la adolescencia y entonces se denomina acné persistente, o bien puede ser un acné de nueva aparición, adquiriendo el nombre de acné de inicio tardío.

Ambos subtipos frecuentemente presentan lesiones predominantemente inflamatorias a nivel de ramas mandibulares, mentón y zona perioral y suelen conllevar cicatrices e, incluso, alteraciones en la pigmentación de la piel.

Factores que pueden aumentar el riesgo de este tipo de acné son familiares de primer grado con historia de acné en la edad adulta, obesidad y aumento del colesterol tipo LDL, aumento de hormonas masculinas, niveles elevados de factor de crecimiento de insulina-like, entre otros.

En consulta, es especialmente importante realizar una buena historia clínica y exploración física por tal de sospechar un hiperandrogenismo (aumento de hormonas masculinas). Esta condición puede tener numerosas causas: síndrome del ovario poliquístico, hiperplasia adrenal, tumores virilizantes,… Y se manifiesta en forma de ciclos menstruales irregulares, hirsutismo (aumento de vello corporal), alopecia tipo androgenética (disminución de densidad capilar a nivel fronto-parietal), hipertrofia de clítoris, etc.

Además de la historia clínica y la exploración física, en este tipo de acné suele recomendarse la realización de una analítica que estudie parámetros hormonales como la dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA-S), 17-hidroxi-progesterona, testosterona, hormona luteinizante (LH) y hormona foliculoestimulante (FSH), aparte de un hemograma, función hepática, colesterol y triglicéridos, glucosa y la antitrombina III.

Respecto al tratamiento en este tipo de acné, es importante remarcar que suele responder lentamente a los tratamientos y que con frecuencia es necesario realizar tratamientos combinados. Importante tener presente que se trata de pacientes en edad fértil y existen tratamientos que no podrán recomendarse en caso de gestación o lactancia, por lo que es imprescindible preguntar sobre este aspecto antes de valorar opciones de tratamiento.

En casos de acné leve podemos hacer uso de tratamientos tópicos como la aplicación de retinoides, peróxido de benzoilo 2,5-5%, antibióticos, ácido azelaico 15-20% (seguro durante embarazo y lactancia), peelings químicos y combinaciones de los anteriores.

En acné moderado-grave o acné leve asociado a cicatrices, lo ideal es considerar tratamiento sistémico. El tratamiento sistémico incluiría el uso de antibióticos orales, isotretinoína, tratamientos hormonales tanto bloqueantes del receptor de andrógenos (acetato de ciproterona, drospirenona y espironolactona) como inhibidores de la producción ovárica de andrógenos (anticonceptivos), corticoides a dosis bajas, etc…

Los dispositivos lumínicos pueden ser de utilidad tanto para el tratamiento del acné como para el de las cicatrices (láseres ablativos y no ablativos).

Si sospechas que podrías tener un acné de la mujer adulta y sigues sin tener tu acné controlado, recuerda que puedes solicitar visita para valoración personalizada y explicarte los tratamientos más recomendados en tu caso.

Bibliografía:
Rivera R, Guerra A. Management of acne in women over 25 years of age. Actas Dermosifiliogr 2009; 100: 33–37 Dréno B, Layton A, Zouboulis CC, López-Estebaranz JL et al. Adult femal acne: a new paradigm. J Eur Acad Dermatol Venereol 2013; Sep;27(9):1063-70

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